“Película
carcelaria de calidad”
FICHA
TÉCNICA
País:
España
Duración:
1hora 53minutos
Género:
Drama, Suspense, Acción
Presupuesto: 5
millones de dólares
Recaudación: 15
millones de dólares
Productora: Paramount
Pictures
Título: Celda
211
→ Lo
mejor: -Mala Madre, es decir
Luis Tosar, hace muy Buena Actuación.
→ Lo
peor: -Hay algunas
interpretaciones que cojean mucho.
Tras
mi polémica crítica sobre El Laberinto del Fauno, hoy si traigo una
cinta española de calidad (yo sigo echando gasolina al fuego), hoy
traigo la única cinta potable de Daniel Monzón.
Una
película carcelaria, basada en un motín, y en como un joven
funcionario que acaba atrapado por casualidad, tendrá que
infiltrarse entre los presos si quiere salir con la misma cara con la
que entró.
Lo
grande del film, es la transformación que sufrirá nuestro
protagonista conforme va avanzando la historia.
Toda la emoción está en los personajes, en ver el progreso de los presos y los dos lados de la negociación. Y todo ello sin abusar de los efectos especiales, todo está en el guión.
Toda la emoción está en los personajes, en ver el progreso de los presos y los dos lados de la negociación. Y todo ello sin abusar de los efectos especiales, todo está en el guión.
Puede
que la manera de volver al día 0 (es decir antes de que todo
ocurriera) sea algo cutre, pero se compensa con todo el suspense que
desprende la cinta.
Casi
desde que comienza la cinta, hasta el último suspiro de Mala Madre,
te mantiene atento a todo lo que ocurre (intentar pestañear, que
después hay fracturas oculares).
En
cuanto actuaciones, Luis Tosar se zampa con dos bocados a la gran
mayoría del reparto, el único que me pareció que mantenía el
ritmo es Vicente Romero. En algunos casos tampoco es complicado, y
es que hay unos cuantos que deberían acabar en la cárcel por sus
interpretaciones, otros cumplen pero es que la sombra de Mala Madre
es demasiado larga.
Los
tópicos carcelarios los conocemos todos, pero Celda 211 se aleja
de las utópicas prisiones yankees, y se centra en las nacionales.
Nada de trajes naranjas, y jabones en las duchas... aquí tenemos
etarras, bandos sudamericanos y españoles, condenas eternas y
sobretodo, una transformación psicológica del joven protagonista.
Y
es que la Celda 211 tiene un nuevo inquilino, que en tan solo unas
horas verá como todo lo que conocía como vida dará un giro brusco,
una reflexión interesante.
Tampoco
hay que olvidar el otro canto de la moneda, el de los negociadores,
cada uno con su armas.
Monzón
nos ha dado la vuelta a la tortilla, y nos muestra los presos como
los “buenos” de la película, y Resines hará del malo cuyo
pasado turbulento está escrito sobre ostias como panes (tanto hablar
de comidas me está entrando hambre).
El
final termina con la flor saliendo del capullo, y un grupo de geos
entrando a por el resto de capullos. La escena de acción es escueta,
y podemos decir que sencilla.
Lo
que encierra detrás, es la conclusión de un film muy bien
estructurado y con un desenlace lógico aunque algo “previsible”.
Vamos
terminando que no son horas, Celda 211 es otra muestra clara de que
en nuestro país se hacen películas de mucha calidad, no es por
ponerme la bandera nacional por montera, pero es innegable que este
film vale mucho la pena.
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