“Papiroplexia
visual”
FICHA
TÉCNICA
País:
Estados Unidos
Duración:
1hora 42minutos
Género:
Animación, Aventura
Presupuesto: 60
millones de dólares
Recaudación: 70
millones de dólares
Productora: Universal
Pictures
Título: Kubo
and the Two Strings
→ Lo
mejor: -La historia te llega a
lo más profundo de tu corazón.
→ Lo
peor: -Tiene un ritmo con
demasiados altibajos.
El filme no
me pilló por sorpresa porque había leído mucho y bueno de éste, además su director participó en la creación de Los Boxtrolls, pero Kubo
es una de esas perlas inesperadas que el mundo del cine nos brinda
cada año.
Kubo
nos cuenta la aventura de un crío medio pirata medio samurai, en la
búsqueda de su padre a través de tres objetos metafísicos.
Tan
preciosista como preciosa, no es pretenciosa pero pretende remover
las entrañas del espectador, lástima que sus ansias de abarcar a un público
más juvenil le haga perder puntos y caer en una inocencia
infantiloide que provocará el descubrimiento de algunos giros de
guión precipitadamente.
Una
montaña rusa constante, lejos de toda la acción poética, la
película cojea, su intensidad emocional no hace pie si no entra en
acción la música origami. Pero oh la la, cuando el papel se empieza
enroscar a manos del joven Kubo, que se pare el mundo. El
director ha sabido crear genialidad en forma visual, te llegará al
corazón sin necesidad de diálogos, sin necesidad de nada más que
acción sana, un instrumento de dos cuerdas y papiroplexia.
Una voz en off, una tragedia cruel para una película
que busca ser infantil (sin darse cuenta que su público tiene más
arrugas que años), y ya estarás metido de lleno en la casilla de
salida.
Poco
a poco, y de forma natural, irás adentrándote en la historia, una
historia que se encrudece a cada paso, que te destripa de forma cruel
pero preciosista, te prepara para lo peor con un adorno artístico
admirable. Para terminar por arrear por completo con tu mente y tu
corazón.
Como
decía, su único 'pero', es esa torpeza de guión, en la que tropieza
cada vez que intenta dar carga emocional a diálogos estándar, en un
película que es de todo, menos estándar.
Atrás
hemos dejado, eso de hablar por hablar, atrás hemos dejado las
bromas fáciles para que el chiquillo se ría, llegados a este punto
solo hay acción desenfrenada, oscuridad, y mucha pero que mucha
poesía.
El
final reúne lo mejor de todo el filme, y como regalo, sorprende con
un giro de guión dramático genial y humano.
Kubo
y las Dos Cuerdas Mágicas, no me pareció esa obra de arte de los
que muchos hablan, pero si me pareció un gran cuadro del que insto
contemplar tranquilamente y con la mente en blanco, para que el filme
la use de lienzo y dibuje en ella una bonita leyenda en Stop-motion.
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